17 de enero de 2017

Para Ventanas inalcanzables escaleras al cielo.

Ventana que se antoja inalcanzable. Cuesta retirar la mirada que se pierde en el azul. Siempre hay una melodía en mi cabeza,  pienso en que Led Zeppelin me preste una escalera hacia el cielo, tal vez así podría mirar a través de este vano.

Tras la ventana caen melodías de lo ausente.
Tras la ventana vapor y humo.
Tras la ventana el tiempo cae y se diluye.
Tras la ventana el viento.

Subes un peldaño, mi escalera hacia el cielo es resistente. Hace sol, el día es alegre, una ligera brisilla sacude las hojas de los árboles, esa sensación te eriza la piel y te trasladas a risas, juegos y saltos.

Tras la ventana etéreo espacio.
Tras la ventana paraíso inalcanzable.
Tras la ventana reconstruir el tiempo.
Tras la ventana una canción.

Un escalón más, pero existe un muro infranqueable, aunque nadie parece darse cuenta. Sombras que piensan que brillan en sus días simétricos y soporíferos, entonces parece que sueño, Jimmy Page lanza su riff con tanta fuerza que el pesado muro se derrumba y la ventana cae y deja ver el cielo azul que hay detrás.

Tras la ventana espejismos.
Tras la ventana ensoñación.
Tras la ventana sustentar el silencio.
Tras la ventana:
“Hay una dama que asegura que todo lo que brilla es oro y está comprando una escalera al cielo”